sábado, 14 de mayo de 2011

Lenguaje doblado

¿Y qué pasará cuando doblemos tanto al idioma que los sustantivos se expresarán como verbos y los verbos se sustantivarán?

Casi con desdén lineó un trazo, direccionando un índice. De esa forma caminaba una facilidad posterior. Dejaría de amar una búsqueda, de besar una espera. Era hora de vengar la consumación. Más que esperanzar un cultivo, planeó un pensamiento: aparecería el disfraz. Así, se vistió el cambio e historió un invento. Cuando el momento llegó, no fue difícil nombrar su mentira y terminó estimando la ganancia de los otros al rimar un acierto. Circuló entonces las entradas más íntimas, vigilando la burla siempre identificando una falsificación al estilizar una copia. Si bien emboscaba un temor, no había señales de tener que ayudar grito en un futuro inmediato.
Se fue apresurando a su acercamiento. Logró hablar con él al numerar una adivinación clave.
Finalmente se encontraban solos. La conciencia de esto le hizo sacudir una experiencia y hasta temió recordar el olvido de lo que el otro había hecho ante su majestuosa presencia. Después de tanto encontrar este deseo se dio cuenta de que él no discutía el liderazgo. Ante un planteamiento sin importancia, el otro respondía un consejo, proponía un valor.
Salió un descubrimiento a ese laberinto verbal. Moviendo una previsión de su oponente, armó la toma que había traído oculta en su ropa. El otro apenas pudo sorprenderse al verlo apuñalar el sostén amenazante. En un vano intento, razonó a la apelación, pero el atacante era oídos sordos. La víctima apiadó el pedido, ¿acaso no sabía que era hora de contar ajustes? Su última negación fue deseada y con un golpe la terminación fue trabajada. Tramado el cierre, únicamente con la satisfacción de vengar el sabor, se dispuso a la tarea formal de documentar la destrucción para finalmente suicidar la simulación.

sábado, 7 de mayo de 2011

Microrelato C

       Cuando Cristo caminaba contra corriente, César cortaba cabezas. Cada cosa contaba: cruxificado callaría cuentos célebres. Como Cristianismo captó cuentas caras, construyó catedrales colosales cual cerros. Chau.